Las bebidas sodas o conocidas popularmente como gaseosas pueden causar problemas en el organismo de una dimensión bastante considerable que tienen que ver directamente con la composición de estos líquidos, en donde se emplean muchos químicos y conservantes que impiden el pronto vencimiento de estos productos. Este tipo de potajes, considerados por supuesto refrescantes y que de consumirse con moderación no representan en teoría un daño grave para el cuerpo humano, si son bebidos con una frecuencia alarmante pueden causar problemas que se detallarán más adelante, y que pretenden que las personas tomen conciencia acerca de la importancia de beber más agua y jugos naturales (si es posible con baja azúcar).

Los problemas de sobre peso que presentan algunas personas de distintas edades se deben al consumo masivo de las bebidas sodas o gaseosas, que contienen un elevado nivel calórico producido por el exceso de sacarosa que puede encontrarse en sus composiciones. El cuerpo no puede descomponer con la eficacia requerida las moléculas que tienen estos líquidos, de modo que si la persona no tiene un metabolismo acelerado surgen de inmediato inconvenientes de proceso. Para tratar con éxito este estado patológico, la persona deberá hacer un alto en el camino para tratar de determinar los hábitos que la impulsan a tomar una gaseosa o soda de forma indiscriminada y habitual.

Haciendo énfasis en esta parte, el grado de adicción de estas bebidas en las personas ha sido frecuentemente analizado por muchos profesionales médicos que sobre todo en el caso de la cafeína han encontrado altos índices de moléculas que tienen un efecto acumulativo en el cuerpo y generan la sensación persistente de tomar una bebida gaseosa. Estas moléculas se activarían sobre todo en los casos de depresión o en los que la persona experimenta un estado de euforia grande que las hacen más propensas a abusar del contenido de estos compuestos.

Las bebidas sodas o gaseosas también son responsables de un gran número de casos de problemas dentales debido a los elementos dulces que cercenan el esmalte dental y lo van haciendo menos lustroso, y por lo tanto más vulnerable a acciones de la placa bacteriana y la caries que van apropiándose de las piezas dentales. El consumo excesivo de bebidas gaseosas y colas hace que también el calcio en los huesos se vaya diluyendo, de modo que estos líquidos tienden a afectar directamente a las células de los huesos, generando en algunos casos problemas tales como osteoporosis y problemas de dolor en la estructura esquelética.