El porqué no nos gusta la comida de hospital es un interrogante que a muchas personas se les ocurre, por ejemplo, con la comida de avión. Es algo sorprendente. Se supone que en los hospitales y clínicas el paciente debe comer muy bien o al menos sanamente, por supuesto, para que pueda experimentar un plan de recuperación lo más pronto posible. El porqué no nos gusta la comida de hospital, sin embargo, es algo que tiene que ver, tal vez, más con el ambiente de la clínica o del centro de recuperación médico que en cuanto a la comida en sí. Muchas veces la falta de intimidad, que se puede ver en hospitales de bajos recursos económicos; la falta de cariño para entregar muchos de los platos; la sensación de insalubridad alrededor, entre otras, hace que el porqué no nos gusta la comida de hospital no sea un asunto cualquiera.
El porqué no nos gusta la comida de hospital debe ser algo que debe ponernos a pensar sobre la generalidad del trato médico, porque es que este asunto se ve también dentro de las clínicas de alto rango. Entonces, uno puede asimilar el porqué no nos gusta la comida de hospital como un asunto de incomodidad en donde podemos especialmente referirnos a ciertos factores que no tienen una profusión muy fuerte a la hora de establecer, con cierto criterio, todo lo que se puede esperar de una cierta estimación ponderada y concreta sobre la comida en sí. Por ejemplo, la manera en que los ingredientes se mezclan; la experiencia de quien cocina; el poder hacer que haya un mejor trato a los pacientes, etc., son factores que no se pueden desconocer. Pero, por otro lado, el porqué no nos gusta la comida de hospital, es algo que también compete por supuesto al fondo económico de la institución de salud como tal.
Prepararles a tantas personas y sin saber qué tipo de comida les apetece es algo que se debe poner de manifiesto. Ahora, el porqué no nos gusta la comida de hospital es también parte de una premisa que hay que entender en todo caso para que no haya dramas suficientes. Y es que el hospital en sí no es un hotel, sino un lugar muy importante en donde las personas están ahí para recuperarse.
Por qué no nos gusta la comida de hospital es algo que usted puede analizar desde su punto de vista, y por supuesto, no deja de sea algo llamativo y hasta curioso, ¿por qué no?
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