Uno de los problemas para muchas personas en estos tiempos viene del estrés. Este se puede dividir en dos fuentes principales: Externo e interno. La tensión externa proviene de fuentes que suceden alrededor del sujeto que la experimenta mientras que la interna se manifiesta debido a una consecuencia corporal. Algunos ejemplos de presiones externas pueden ser tanto el estrés laboral, como la falta de sueño, problemas matrimoniales etc. Las tensiones internas pueden ser más difíciles de definir pero pueden incluir desde sentimientos de depresión o ansiedad sin ningún estimulo externo y a veces se ven reflejados en manifestaciones corporales como la pérdida del cabello o contracturas en varias partes del cuerpo.
Un estudio en el Instituto Nacional de Salud Mental ayudo a demostrar como el estrés puede afectar la función cognitiva de las personas. Este estudio también demuestra cómo se activa la proteína quinasa C lo que da lugar a la dificultad para pensar y una disminución en la capacidad de realizar tareas relacionadas con la memoria demostrando que los estudiantes estresados tienen más dificultades para cambiar la atención de una tarea que otros compañeros con menos estrés encima.
Poco se conocía sobre las consecuencias corporales del estrés externo hasta que últimos estudios revelaron que el estrés crónico puede llevar a debilitar síntomas físicos que pueden incluso amenazar la vida del damnificado. Algunos signos incluyen dolores de cabeza, dolores de estomago, diarrea, estreñimiento, aumento de la presión etc.
Los cambios de comportamiento en respuesta al estrés externo a veces pueden ser perjudiciales para el estilo de vida de las personas, afectando la productividad y el bienestar de las mismas. Una reacción ante el estrés puede desencadenar un comportamiento obsesivo-compulsivo en un individuo. Comer mucho o muy poco tiende a ser una manera muy malsana de responder al estrés
Al lidiar con el estrés externo pueden surgir algunas respuestas emocionales. Estas pueden afectar a como una persona se relaciona con los demás y afectando el bienestar de la misma. Algunas respuestas emocionales al estrés incluyen agitación, irritabilidad, soledad y aislamiento. Los cambios de humor son constantes. Si no se los controla a tiempo estas conductas pueden conducir a formas más graves de enfermedades mentales. Afortunadamente el cuerpo es resistente y se puede regresar a una homeostasis normal después que una persona elimina los factores estresantes externos.
Foto: www.salut.org
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