Comúnmente observamos que en el momento de realizar tratamientos para adelgazar,  suelen adelgazar más rápido aquellas que poseen obesidad, que las que poseen un leve sobrepeso. Y lo que realmente es importante, es entender por qué: A medida que el adipocito (célula grasa) crece, o inflamación de la grasa, hay una disminución de la sensibilidad de los receptores de las células para reconocer la acción de la insulina, y por lo tanto la liberación de insulina aumenta. Esta liberación genera una serie mecanismos metabólicos que terminan con la acumulación de mas grasa en las células. Otro factor es la reducción de la leptina y el receptor de la leptina, que es la hormona producida en el tejido adiposo que regula el mecanismo, responsable de controlar el apetito y la grasa que se almacena. Así al faltar leptina, el organismo como forma de defensa, trata de mantener el peso, frente a la disminución de alimentos. El aumento en el apetito también puede ser provocada por la reducción de la serotonina, una hormona del bienestar, que tiende a reducirse en los individuos obesos que tienen una disminución de la autoestima, de acuerdo a las inquietudes provocadas por la insatisfacción con sus cuerpos, relacionada con el estándar «de espesor «la belleza de la sociedad actual. Y, por último, la dificultad de la pérdida de peso está relacionado con la reducción de la termogénesis, lo que representa nuestra calorías quemadas en reposo, vinculados con el metabolismo basal, ya que el tejido adiposo requiere menos energía que el tejido muscular que lo mantenga activo. Pero ¿qué puede hacer cuando, se produce un estancamiento en la pérdida de peso? Una buena opción sería introducir alimentos termogénicos, que proporcionan un mayor nivel de dificultad para ser digerida por el cuerpo, asegurándose de que hay un mayor gasto calórico para llevar a cabo la digestión, induciendo al cuerpo a trabajar a un ritmo más rápido. Por lo tanto, perder más calorías.
Entre estos alimentos son:
• Pimiento rojo
• vinagre de manzana
• Acelga
• Espárragos
• Col
• Brócoli
• Naranja
• kiwi
• Mostaza
• Jengibre
• Café
• El té verde
• El chocolate negro (con un 50% o más sólidos de cacao)
• El hielo de agua
• Linaza
Los productos ricos en calcio (verduras oscuras, productos lácteos) también contribuyen a la pérdida de peso, ya que el calcio induce un aumento de la lipólisis en el desglose de las reservas de grasa.
Y por último, y sin olvidar la actividad física aeróbica (caminar, correr, ciclismo, etc) responsable de aumentar el total de calorías quemadas, podemos ayudar al metabolismo realizando levantamiento de pesas, porque como ya se ha dicho, aumentar la masa muscular acelera metabolismo, y por lo tanto hay mayor gasto de energía.