Cómo controlar las cirugías estéticas ilegales que aumentan con la propaganda indiscriminada de aciertos espontáneos que prometen resultados asombrosos en un tiempo y en condiciones ridículas, puede ser un punto de partida para que la carrera estética de una vez por todas sea tomada en serio.
Una cosa es segura: por más que el sentido común se quiera imponer en este tipo de dilemas, sobre todo que tienen que ver con nuestra apariencia, esta no tiene nada que hacer si la vanidad emerge con sus aires arrogantes es insolentes.
Entonces, lo sensato sería en primera instancia, que si uno descubre algún “centro estético” o “sitio de salud” que supuestamente hace cirugías estéticas ilegales, la demanda inmediata es un procedimiento totalmente legal… y necesario. Muchas personas por un miedo injustificado no se atreven a hablar acerca de estos lugares, en general, clandestinos… ¡y eso que han sido maltratadas tanto en su buena fe como en su salud y su apariencia por estos lugares indeseables!
No puede ser justo que más personas tengan que arriesgarse, en un afán casi que sicótico por cambiar un poco o radicalmente su look externo: hay que hacer campañas en donde la demanda sea prescrita como una solución de tajo, y claro, ofrecer toda la protección necesaria a demandantes y testigos.
Otro punto que se podría hacer en cuanto al mayor control de la aparición de cirugías estéticas ilegales, es que los centros de estética que den al respecto estudios o cursos relacionados, puedan apersonarse realmente de todo lo que significa esta parafernalia en sí.
Lo que es lo mismo,: que puedan también estos lugares, estos centros educativos concientizarse de crear alumnos responsables, comprometidos con la bondad, la formación excelsa en cuanto a los cursos o carreras que estén estudiando, y todo esto con un sentido altruista por la vida humana.
Sí, puede que suene muy utópico o descabellado decirlo, pero es interesante cómo muchos centros de estudios estéticos así como en las facultades de medicina más prestigiosas, el valor a la vida debe ser un factor fundamental dentro de la prohibición masiva de las cirugías estéticas ilegales.
Y nosotros… Nosotros podemos, volviéndonos a nuestras acciones, a reconsiderar si de verdad estamos ante la necesidad apremiante de mandar a realizarnos una cirugía estética, y por qué en últimas nos la vamos a hacer realizar.
Cómo controlar las cirugías estéticas ilegales que aumentan con la propaganda indiscriminada de aciertos espontáneos que prometen resultados asombrosos en un tiempo y en condiciones ridículas.
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