El chontaduro es uno de los alimentos típicos de la región pacífica colombiana que crece común y silvestre en muchos árboles ubicados en esta parte del país suramericano. Cuando se habla de la costa se hace extensión en este caso a toda el área circundante, lo que incluye por supuesto muchos campos de cultivo ubicados en los campos verdes de la zona del interior. Una buena noticia para una gran parte de los habitantes de esta parte de Colombia, es que el chontaduro podría convertirse en una alternativa alimenticia para gran parte de las poblaciones que se ven afectadas por el problema de la desnutrición, un fenómeno que desafortunadamente alcanza brotes de epidemia mundial.

¿Por qué el chontaduro es un candidato firme a alcanzar este tipo de reconocimiento? Porque sus propiedades intrínsecas, es decir que se encuentran en su composición interior que está representado por su alto grado de valor calórico que no afecta en gran medida los valores de colesterol y de poli saturados, refleja el interés que han demostrado muchos científicos de Estados Unidos por las cualidades que hacen de su consumo una opción verdaderamente viable a gran escala. Lo han hecho con la siguiente interacción de datos que por supuesto pueden poner de manifiesto el grado que hace poco tenía el chontaduro como mera golosina para muchas personas.

Sus aceites esenciales, que hacen que el fruto se mantenga suave  al contacto del paladar y que hace parte de su particular sabor, es una de las propiedades que conservan un mayor valor alimenticio a la hora de aceptarlo como fruto prioritario en la conformación de una dieta saludable. Además, la presencia de muchas de sus vitaminas que se encuentran bien dispersas dentro del fruto posibilita la acción positiva de poder contribuir efectivamente a la no aparición de ciertos cuadros patológicos como la anemia, el desgano, la falta de vitalidad, la fatiga crónica, entre otras afecciones similares.

El fruto del chontaduro además se puede acompañar de otros productos naturales saludables como son los casos de la miel y el limón, aumentando así el poder de brindar carbohidratos en un número justo y ordenado para las necesidades cotidianas de un gran sector de la población. El limón es muy conocido por demás por su alto grado de acidez que hace que muchos parásitos y cuadros infecciosos sucumban o no aparezcan ante su acción, y la miel es un efectivo refuerzo que contribuye en una buena medida, tomando como base una saludable ingestión de la misma, la desparasitación del organismo como la prevención de toda una serie de cuadros clínicos molestos como migrañas, reflujos, acidez estomacal, etc.

El chontaduro además contiene dentro de su vaina o semilla interior los elementos para poder complementar las necesidades de una dieta rica en componentes energéticos que son de gran valor cuando por ejemplo se toman las debidas acciones del caso, por ejemplo, después de un ayuno prolongado por enfermedad o por cualquier otra circunstancia. Así pues, el chontaduro aparece como un aliado interesante a la hora de poder conformar una opción seria para combatir la desnutrición.